INGREDIENTES
250 gr de mantequilla sin sal a tª ambiente
250 gr de azúcar
1 huevo xl
1 cucharadita de esencia de vainilla
550 gr de harina de repostería
Mezclamos la mantequilla con el azúcar, lo justo para mezclarse.
Cuando están mezclados el azúcar y la mantequilla añadimos el huevo que hemos cascado en un bol (así evitamos que caiga nada de cáscara) y hemos mezclado muy ligeramente.
Cuando esta incorporado añadimos la vainilla, mezclamos e incorporamos la harina.
Mezclamos suavemente. Yo cuando veo que ya esta mas o menos la masa la saco y termino de homogeneizarla con las manos.
¿Porque tanta suavidad? ¿Porque no batir en vez de mezclar?
Por dos razones, la primera es no añadir aire a la masa y así obtener una galletas lisas. Para cualquier finalización es importante que tenga un acabado uniforme y liso por encima, pero si el acabado es de papel fondant es básico. Además una vez incorporamos la harina no batimos mucho para evitar que se desarrolle el gluten de la harina, de esta forma conseguimos galletas crujientes y no gomosas.
Estiramos la masa entre dos papeles de hornear dando un grosor a las galletas de 0.5 cm aproximadamente. Existen rodillos que ya nos nivelan la masa al grosor deseado, si no tenemos uno de esos, podemos usar dos varillas de madera puestas en los laterales de la masa. Cortamos con el molde elegido y pasamos a una bandeja de hornear cubierta con papel de hornear. Cuando tenemos toda la bandeja llena la metemos en la nevera y dejamos que cojan consistencia las galletas. Aproximadamente media hora.
Metemos en el horno a 170º y horneamos una media de 10 minutos. El tiempo varía mucho dependiendo del tamaño de las galletas, que por cierto es importantísimo que sea el mismo para todas las galletas de la bandeja, el punto de horneado será cuando se comienzan a dorar los bordes (no esperar a que se dore la galleta entera o se quemará